Repose en Paix Monsieur Alaïa


El pasado sábado, 18 de Noviembre, el mundo amanecía con la noticia del fallecimiento de Azzedine Alaïa, en ese momento no supe cómo digerir semejante noticia, puesto que era uno de los diseñadores que más admiraba, no sólo por ir a su propio ritmo, sino por su habilidad, por su técnica, por quién era como persona. Desde ese día quise escribir estas líneas, pero mi cerebro todavía no asimilaba que nos había dejado, sino es hasta hoy que ví una fotografía de Farida Khelfa con Naomi Campbell en su funeral.


Pudiera pasar horas y horas explicándoles quién fue y es Azzedine Alaïa, pero trataré de explicarles lo básico del gran maestro de la Alta Costura. Alaïa nace en Túnez en 1940, su hermana gemela le serviría para inspiración a una corta edad en la cual ya mostraba deseos de trabajar en arte, y es así como entra a la Academia de Bellas Artes de Túnez, mientiendo sobre su edad para poder hacerlo.
Luego de estudiar arte, se interesa en la Alta Costura y trabaja como asistente de costurera, haciendo piezas para clientes privados, hasta que en 1957 se traslada a París y comienza a trabajar para el gran Christian Dior, quien 10 años antes había revolucionado al mundo con su New Look. Un trabajo que tuvo que dejar de manera abrupta a los 5 días de haber comenzado debido a la guerra de Algeria (en la cual Yves Saint Laurent tuvo que ejercer su servicio militar obligatorio y que le traumaría de por vida).


Alaïa regresa a trabajar con Guy Laroche y luego con Thierry Mugler hasta que a inicios de 1970 abre su taller y su carrera comenzó a despegar hasta ser quién hoy en día es el gran Azzedine Alaïa.
Alaïa fue un diseñador muy famoso por sus piezas en los 80s y 90s, se puede decir que es uno de los diseñadores que más influyó en la estética de la época, puesto que siempre estuvo a la vanguardia de los tiempos, él nunca seguía tendencias, él las creaba. 
De Alaïa podemos destacar dos movimientos bien marcados en cuanto a construcción, sus piezas o  marcaban el cuerpo con siluetas muy pegadas gracias al uso de telas de punto, o todo lo contrario, volúmenes esculpidos tan magníficamente que no dejaban a duda la técnica del maestro Alaïa. Asimismo era muy famoso por su trabajo en cuero, se decía que trabajaba el cuero como quien trabaja con satín y era un gran diseñador de zapatos, sus zapatos siempre tendían a irse por la línea escultórica y geométrica, siendo objeto del deseo de coleccionistas de todo el mundo.

 


Su presencia todos los días en el Atelier era de rigor, él mismo se encargaba de coser junto con su equipo todas las colecciones cuando él quería volver al ojo público, según todos los editores, modelos y personas que lo conocieron, Alaïa era el único diseñador que ellos conocían que sabía hacer una prenda de inicio a fin (algo que solo el mismo Balenciaga era conocido por eso). Alaïa marchó siempre al son de su propio tambor, nadie le decía cuando presentar, nunca se apegó al calendario convencional, si él quería sacar una colección la sacaba, si no, permanecía en las sombras hasta estar preparado para sacar una nueva colección, y es esto con lo que más me puedo relacionar con él, puesto que yo hasta no estar inspirado, no saco colección y tampoco me gusta estar bajo presión de fechas de entrega, todo fluye a su propio ritmo.



Todo esto era su parte profesional, en cuanto a su parte personal, fue alguien que siempre estuvo rodeado de amigos, en su mayoría súper modelos (él se hizo famoso cuando el fenómeno de las súper modelos iba naciendo, fue la mezcla perfecta), editoras de revista como la gran Franca Sozzani de Vogue Italia y cómo no olvidar su relación tan íntima con celebridades como Grace Jones y Madonna, que le ayudaron a hacer su nombre un referente en los 80s y 90s. Se dice que sus fiestas siempre eran amenas, era una persona con la cual podías hablar por horas y nunca sentirte aburrido. Yo siempre lo quise haber conocido, se me hacía una persona tan tierna y carismática, alguien a quien le pudieras confiar tus secretos y pedir consejo cuando lo necesitases, tanto así que algunas modelos le llamaban "Papa" de cariño, ya que era una figura paterna para esas adolescentes que entraron en el modelaje en aquel entonces. 
El maestro Alaïa será recordado como El Couturier, no hay ni habrá nadie como él, es único y atemporal. Descanse en paz.




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